Con la que nos está cayendo con un rey (ex-rey, rey emérito o como quiera llamarse) fugado de la justicia con la complicidad de una parte del propio gobierno desde hace 18 días, parece que el destino, una alineación planetaria o un señor llamado Gianluca han hecho caer en mis manos el segundo disco de Soen, la banda del baterista Martín López.
En ella podemos ver a un rinoceronte, al que podemos considerar como arquetipo de la animalidad humana propia de los estados previos a la civilización, ataviado con una camisola gris con chorreras y una corona, cosa que nos hace pensar en la figura de un monarca, rey o similares. No obstante, el dato más interesante de esta ilustración del dibujante mexicano José Luis López Galván es el copioso festín del que nuestro real rinoceronte está dando cuenta. Este festín está compuesto principalmente de niños humanos, en ensalada y en brochetas, que son degustados por nuestro protagonista con la ayuda de una suerte de palillos orientales. A esto hay que añadir los niños que lucen colgados de la pared cual ristra de salchichones o el que permanece quieto dentro de una pecera. Si hubiera que ejemplificar el concepto de monarquía a lo largo de la historia, y hasta nuestros días, esta composición nos proporciona una descripción perfecta.
Por otra parte, el nombre del disco en cuestión, Tellurian, hace referencia al vocablo latino tellus, telluris, «tierra». Esto relacionaría, como bien se ha venido haciendo a lo largo de la historia, a la aristocracia con la tierra, en tanto que reyes, condes, marqueses y demás han sido sus dueños, hasta el punto de ser usados, en algunos idiomas, apellidos que vinculan al individuo con la tierra que le pertenece (Méndez de Vigo en español o Von Hannover en alemán, por ejemplo).
Esto es todo lo que, en mi infinita ignorancia, puedo decir sobre la presente ilustración. Si puedes añadir algo más, no dejes de comentar esta entrada.
Los Sueños de Dante 